Cristo Rey 26 de Noviembre de 2023

Reflexión salesiana para el domingo

 

Cristo Rey

26 de Noviembre de 2023

 

A pesar de su popularidad dentro de la Iglesia, la celebración de Cristo Rey no fue incluida en el calendario litúrgico hasta 1925. San Francisco de Sales nos habla un poco más acerca de Jesús el Rey:

 

Jesús, el rey, fue llamado a convertirse en nuestro Salvador. EL deseó que otros, particularmente su santa Madre, pudieran compartir la gloria que encierra el liderazgo. Nuestra Señora Bendita nos pide que acojamos a su Hijo como el Rey de nuestros corazones, para que de este modo EL pueda reinar en nosotros. Sus mandamientos son buenos y muy útiles, ya que otorgan bondad a quienes de otra forma carecerían de ella, e incrementa la bondad en aquellos que continuarían obrando bien, aun si no fuesen mandados a hacerlo.

 

Es por ello que Jesús hizo que la bondad de Dios predominara por encima de la maldad. El reinado de Dios resulta realmente beneficioso cuando toma en cuenta nuestras miserias, y las hace merecedoras del amor divino. Cuando el Espíritu Santo vierte el amor divino en nuestros corazones, no sólo recobramos nuestra salud sino que también recibimos el poder necesario para participar en la obra de nuestro Salvador: Propagar el amor y el cuidado de Dios entre todos aquellos que se encuentren a nuestro alrededor.

 

Dado que el Señor nos ha sanado a todos por igual, y que EL desea que todos contribuyamos a difundir el conocimiento de Su Reino, nosotros también debemos amar todo aquello en los demás que, desde nuestro punto de vista, equivalga a una representación genuina de la sagrada Persona de nuestro Amo. No debemos amar nada de nuestro prójimo que sea contrario a esa imagen sagrada. Caminemos entonces de la misma forma en que lo hiciera Jesucristo. EL entregó Su vida, no sólo para sanar a los enfermos, para obrar milagros, y para enseñarnos los pasos que debemos seguir para llevar una vida humana de manera divina. EL también nos enseñó cómo entregar nuestra vida, con tanto amor como EL mismo lo hizo, por aquellos que pueden llegar a quitárnosla.

 

Qué felices somos cuando escogemos a Jesús como nuestro líder, quien nos otorga una paz y una calma sin igual si nos decidimos a seguirlo. Ojalá permanezcamos fieles a los deseos de nuestro Rey, para que así podamos comenzar en esta vida la obra que, con el favor del amor de Dios, continuaremos eternamente en el Cielo: Vivir en la gloria con Jesús quien, al haber vencido al mal por medio del bien, ha comprobado que EL es el verdadero Rey.

 

 

(Adaptación de los escritos de San Francisco de Sales, particularmente los Sermones, L. Fiorelli, Ediciones).