Primer Domingo de Adviento (Diciembre 03 de 2017)

Hoy es el primer domingo de Adviento. Las Lecturas nos recuerdan que debemos ser conscientes de nuestra necesidad de Cristo, quien nos fortalece hasta el final. San Francisco de Sales hace hincapié constantemente en la importancia de vivir a Jesús para que podamos convertirnos en seres humanos plenos. Pero para vivir a Jesús es preciso ser libres de espíritu. En una carta dirigida a Juana de Chantal, San Francisco escribe lo siguiente:

La voluntad de Dios con respecto a los mandamientos y las obligaciones propias de nuestra vocación es clara. Sin embargo, hay muchas cosas que ni los mandamientos ni los deberes propios de mi vocación me obligan a hacer. En esos casos, es necesario examinar detenidamente, en libertad de espíritu, qué daría una mayor gloria a Dios. Dije “libertad de espíritu” porque estas cosas deben hacerse sin presiones y sin ansiedad. Si no es algo importante, no debemos preocuparnos en demasía, sino que debemos decidir cómo actuar después de haberlo pensado brevemente. Si lo que hicimos o lo que decidimos no parece ser lo adecuado, no debemos culparnos ni molestarnos por ello; debemos confiar en Dios y reírnos de nosotros mismos.

Hagan todo por amor, nada por obligación. Amen la obediencia más de lo que temen la desobediencia. Yo deseo que ustedes gocen de esa libertad de espíritu que está exenta de ataduras, de escrúpulos y de ansiedad, y no del tipo de libertad que excluye la obediencia (ésa es la libertad de la carne). Si realmente aman la obediencia y la mansedumbre, quiero creer que cuando haya una causa legítima y con fines caritativos que los aleje de los oficios religiosos, ésta representará para ustedes otra forma de obediencia, y que su amor compensará por todo aquello que deban omitir durante sus prácticas religiosas. La libertad y la autonomía sagradas deben reinar y nosotros no debemos cumplir con ninguna otra ley ni dejarnos coaccionar por nada que no sea el amor. Ya sea que nos exhorte a hacer algo por los pobres o por los ricos, el amor todo lo hace bien y de cualquier forma complace a nuestro Señor.

(Joseph Power, OSFS y Wendy M. Wright, Francisco de Sales, Juana de Chantal)