Énfasis Sugerido
"Ellos se declararán impuros. Ellos vivirán apartados, harán su hogar en las afueras de su campamento".
"Movido por la lástima, Jesús extendió su mano, los tocó y les dijo, “Sean sanados”.
Perspectiva Salesiana
San Francisco de Sales escribió en su Introducción a la Vida Devota: "No
existe nadie que no tenga una que otra imperfección". Usualmente nosotros
tenemos un buen entendimiento de las imperfecciones, los vicios, las
idiosincrasias e incluso los pecados de las personas con quienes
trabajamos, con quienes jugamos, de nuestros vecinos y con quienes
convivimos cada día. La mayoría de los días dejamos que estas cosas pasen
por alto. Algunos días tenemos que soportarlas. Otros días, quizás hasta
lleguemos a excusarlas. Ocasionalmente, nos enfocamos en ellas, incluso las
exageramos.
Algunas veces es necesario dirigir la atención hacia las cosas que vemos en
las demás personas, esas cosas que empañan su potencial para ser felices,
su salud o su santidad. Algunas veces debemos arriesgarnos a hablarles de
sus pecados, sus faltas y de esas heridas que les impiden ser más como Dios
los ha llamado a ser. Algunas veces debemos ayudar a los demás a que
reflexionen sobre esos dolores sociales, espirituales, psicológicos o
relacionales que les están robando su ciudadanía como hijos e hijas del
Dios viviente, amante y redentor.
Las escrituras presentan un contraste entre dos métodos muy diferentes para
llevar a cabo esta labor. Un método es enfocar la atención en los pecados
de los demás para aislarlos, excluirlos o distanciarlos de la comunidad. El
otro método – el método de Jesús – es acercarlos aún mucho más a la vida de
la comunidad, crear un espacio en que los “impuros” puedan experimentar la
sanación, la fuerza y así establecer un nuevo contrato con la vida.
Cuando ustedes enfocan la atención en las imperfecciones, los lunares, las
manchas de los demás, porqué lo hacen? Para poner distancia de por medio?
Para avergonzarlos? Para humillarlos? O por el contrario, están tratando de
acercarse a - adentrarse en - el corazón de los demás? Acaso su objetivo es
generar un espacio de verdad en el que ellos puedan experimentar la
sanación, el perdón, la reconciliación y la fuerza? O su intención es
ayudarlos para que tengan la oportunidad de un nuevo comienzo?
En conclusión, hay una cosa más que considerar: antes de dirigir la
atención hacia las imperfecciones, los pecados o las manchas en los demás,
sigan las siguientes reglas:
- Sean claros e inequívocos en lo que respecta a sus propios pecados y debilidades.
- Sean claros e inequívocos sobre su propia necesidad de ser sanados y perdonados.
- Sean claros sobre su propia necesidad de tener amigos que no solo les van a decir lo que ustedes quieren escuchar, sino que algunas veces también tendrán el coraje para decirles lo que ustedes necesitan escuchar.