Marzo 17 de 2024 Quinto Domingo de la Cuaresma

Reflexión salesiana para el domingo 

Quinto Domingo de la Cuaresma

Marzo 17 de 2024

En las lecturas del Evangelio de hoy (opción para el Ciclo A) podemos experimentar la firmeza de la fe que Martha y María han depositado en Jesús, al tiempo que EL resucita a su hermano Lázaro. San Francisco de Sales hace la siguiente observación al respecto:

Si nuestra fe en el poder de Nuestro Salvador posee la misma confianza que demostraron María y Martha, ésta puede vivificarnos. Entonces será en EL y de EL que esperaremos recibir toda la ayuda que necesitamos.

Nuestra confesión de fe es un acto voluntario de amor a Dios y a todas las cosas que provienen de EL. Nuestros corazones encuentran a Dios en la fuente de la fe. Cuando EL nos da la fe, EL entra en nosotros y le habla a nuestras mentes a través de las inspiraciones. Lo primero que Dios hace en nuestros corazones es hacer que despierte en ellos la bondad. Dios nos ve sumidos en nuestra miseria y, si nosotros demostramos que tenemos la voluntad necesaria, EL puede rescatarnos de esa miseria. La fe es la mejor amiga de nuestro espíritu, ya que nos exhorta a amar la verdad.

La fe es la chispa que enciende amor que nuestro corazón siente por todas las cosas que provienen de Dios. La fe nos permite ver que Dios es gentil con nosotros, y que constantemente nos llena de bondad. La fe nos permite ver que el amor eterno de Dios aviva la compasión en lugar de la justicia. Dios, por medio de las inspiraciones, nos lleva del amor al amor, como de una morada a otra, hasta que alcanzamos el más sagrado de todos los amores. El amor divino hace que nuestra fe cobre vida. La fe unida al amor sagrado produce frutos que son las buenas obras. A través de Sus obras, Jesús nos comprueba Su amor por nosotros de todas las maneras posibles.

Al resucitar a Lázaro de entre los muertos, nuestro amado Maestro nos muestra que de Su bondad provienen todas Sus obras. EL también se convirtió en nuestro alimento por medio de la Eucaristía. ¿Y acaso no fue EL quien llevó a cabo el más grandioso acto de amor posible al morir en una cruz, donde nos demostró que el amor es más fuerte que la muerte? Entonces, ¿podemos confiar plenamente en nuestro fiel Siervo y amar todo lo que EL ama? EL cuidado de Nuestro Salvador para con nosotros es superior a nuestras debilidades. Vivan su fe con júbilo y en el amor sagrado, como lo hicieron Martha y María. Del mismo modo en que lo hizo con Lázaro, Dios obrará maravillas en ustedes y avivará su fe con la vida eterna.

(Adaptación de los escritos de San Francisco de Sales, particularmente el Tratado del Amor de Dios)