TERCER DOMINGO DE PASCUA (Mayo 5, 2019)

Énfasis Sugerido

“Cuando tu eras joven solías vestirte e ir donde querías... Cuando te vuelvas viejo, estirarás tus manos: alguien más te vestirá y te llevará a donde no quieres ir.."

Perspectiva Salesiana

“Cuando tu eras joven solías vestirte e ir donde quisiera.. Cuando te vuelvas viejo, estiraras tus manos: alguien mas te vestirá y te llevará a donde no quieres ir.."

 

Enfrentémoslo: a nosotros nos gustaría estar a cargo de nuestras propias vidas. A nosotros nos gusta hacer lo que queremos hacer, cuando queremos hacerlo, donde queremos hacerlo y como queremos hacerlo. Si tuviéramos la oportunidad de escoger, nosotros preferiríamos ser los amos de nuestro propio destino. Esto nunca es tan obvio como en nuestros años de adolescencia y en nuestra experiencia como jóvenes adultos.

Esto impacta todas las dimensiones de la vida: incluso nuestra vida espiritual San Francisco de Sales escribió lo siguiente a Santa Juana de Chantal: "Los jóvenes aprendices del amor de Dios se ciñen; ellos asumen las mortificaciones que ellos creen que son buenas; ellos escogen la penitencia que ellos quieren; ellos escogen resignación y devoción de acuerdo con sus propios designios." (Stopp, Cartas Selectas, p. 203)

Aun así, gradualmente algo gracioso – y algunas veces algo no tan gracioso – ocurre. Nosotros comenzamos a aprender las duras lecciones de la vida. Aprendemos que no tenemos control absoluto; aprendemos que no siempre tenemos la primera palabra, y mucho menos la última. Nosotros aprendemos que algunas de las mejores cosas de la vida no son resultado de nuestros propios designios, sino que son designios de los demás.

Esto también aplica a todas las dimensiones de nuestras vidas, incluyendo la espiritual: “los antiguos maestros del arte se dejan ser atados por otros, sometiéndose al yugo que los demás les han impuesto, y se hallan siguiendo toda clase de caminos que ellos no escogieron por su propia inclinación. Ellos estiran sus manos: ellos voluntariamente se permiten ser gobernados por otras voluntades y no por su propia voluntad … así es como se le da gloria a Dios. "

Francisco de Sales ofrece un buen examen de esta lucha con esta verdad en una carta a la hermana Marie Ammie: “Yo soy una pequeña criatura pobre y asustada, el bebe de la familia, tímido por naturaleza y con una falta total de confianza en mi mismo. Es por eso que me gustaría que las personas me dejaran vivir y pasar por desapercibido y de acuerdo con mi propia inclinación." El continuó: "Cuando yo era joven y todavía tenia un poquito de entendimiento yo ya vivía así; pero aun cuando de acuerdo con mi temperamento yo soy  nervioso y tímido por naturaleza, yo quiero hacer un buen intento por superar mis preferencias naturales y, poco a poco, aprender a hacer todo… lo que Dios me ha mandado a hacer. " (Cartas Selectas, pagina 242)

Supongo que el secreto de la vida feliz, saludable y santa es acoger la sabiduría de la edad con la pasión de la juventud: seguir la voluntad de Dios para con nosotros en vez de ser obstinados y mantenernos atados a la nuestra, pero esto debemos hacerlo tan apasionada y persistentemente como si fuera natural o claramente nuestra propia preferencia.

Esto no es debilidad: no, esta es la verdadera fuerza. La disposición de Cristo para seguir la voluntad de su Padre para con él – aún cuando muchas veces fue muy difícil – generó en Jesús un poder increíble por la vida y por el amor, por la justicia y por la paz, por la sanción y por la reconciliación. La promesa de la Pascua es que ese mismo poder esta a nuestra disposición, siempre y cuando sea el plan de Dios, no el nuestro, el que sigamos.